jueves, 12 de noviembre de 2009

Bogotá D.C., noviembre 12 de 2009



Señor Presidente de la República
ALVARO URIBE VÉLEZ
Casa de Nariño
Bogotá D.C.


Referencia: Por la defensa de la vida de los Liberales de la región del Sumapaz.


Respetado Señor Presidente:

En mi calidad de Veedor Nacional y Defensor del Afiliado del Partido Liberal Colombiano, me dirijo a Ud. solicitando protección para la vida de los ciudadanos Liberales que viven y hacen política en la región del Sumapaz.

Como Ud. bien conoce, en diciembre pasado nos asesinaron un Edil y, hace un mes, nos asesinaron a otros dos. Nadie quiere asumir la curul dejada por quienes cayeron víctimas de las balas asesinas atribuidas a las FARC-EP.

Toda clase de afirmaciones y consejas se oyen por parte de los afectados. El Edil que de milagro no cayó en la última acción violenta no tiene garantía alguna, el Distrito Capital de Bogotá, conocedor como el que más de la situación no ha hecho nada a favor del Edil que queda vivo, se le han incumplido las promesas.

El Sumapaz tiene, según dicen, 2.800 soldados para cuidar a 6.000 habitantes, y los resultados, para los ciudadanos de filiación política Liberal, son nulos.

Es preciso, Señor Presidente, que alguien haga algo para que no continúen los asesinatos. Hace 61 años, Jorge Eliécer Gaitán, en su “Oración por la paz”, le expresó al Presidente Ospina Pérez, lo mismo que hoy tenemos la obligación de decirle a Ud.: “Amamos hondamente a esta nación y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que navegar sobre ríos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable”.

Somos Colombianos, amamos la paz, pero en el Sumapaz nos están ofreciendo es la paz de los sepulcros. Necesitamos que las autoridades nos garanticen, efectivamente, que a los Liberales, por el hecho de serlo, no se les siga eliminando de la faz de la tierra. Queremos poder contribuir al desarrollo de este país, nos es absolutamente imprescindible que las autoridades se acuerden de nosotros, especialmente de las gentes de esta zona del Distrito Capital de Bogotá.

No vemos por parte alguna la labor de las autoridades. Es preciso que se investiguen las denuncias hechas por los medios de comunicación sobre las irregularidades que se presentan en esa zona.

Sería terrible que resultara cierta la versión de una complicidad entre autoridades locales y violentos para asaltar el tesoro público, protegidos de las denuncias por la acción criminal de los sicarios.

Espero, Señor Presidente, que por orden suya, las autoridades, por fin hagan algo y no sigamos desfilando por los cementerios con el cadáver de nuestros copartidarios.

Del señor Presidente, con todo respeto.



RODRIGO LLANO ISAZA
Veedor Nacional y Defensor del Afiliado
Partido Liberal Colombiano

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