martes, 3 de marzo de 2009

Los bienes terrenales del liberalismo

Delimiro Moreno

La Dirección Nacional Liberal, por medio del historiador Rodrigo Llano Isaza, ha venido interesada en hacer un inventario de los bienes del partido en todo el país. Para atender esa inquietud en el Huila, el doctor Guillermo Plazas Alcid, con documentos oficiales irrefutables, incluidas escrituras y actas, y hasta con fotografías de la construcción, ha señalado que en el Huila esos bienes están integrados por la Casa Liberal, el Colegio Reynaldo Matiz, el Club Cívico y la Emisora Surcolombiana, obras que fueron levantadas con el trabajo del pueblo liberal oficialista del Huila, administrados por la Fundación Jorge Eliécer Gaitán, creada con ese propósito por el doctor Plazas, y a la que fueron entregadas una serie de auxilios parlamentarios para su realización y funcionamiento, en momentos en que el liberalismo no tenía personería jurídica.
Pero esa realidad parece ser negada por los actuales directivos de la Fundación Gaitán que pretenden que tales obras realizadas con trabajo y dinero del pueblo liberal y con auxilios parlamentarios obtenidos exclusivamente por los congresistas liberales oficialistas con el propósito de dotar de bienes al partido y garantizar su supervivencia, pertenecen solo a la Fundación, y a su reducida nómina actual y sus directivos, que NO han puesto un ladrillo en tales obras, dizque porque representan a toda la comunidad y que el liberalismo, como partido, no tiene derecho a ellos.

Con argumentos baladíes, se pretende que ese conjunto de obras pertenece a toda la comunidad, liberal y conservadora y hasta de otros partidos dizque porque el jefe conservador Dr. Rafael Azuero fue de la directiva del Club Cívico, y que esa comunidad está representada curiosa y exclusivamente por las actuales directivas de la Fundación Gaitán. Es una falacia. El Dr. Azuero fue de la directiva del Club Cívico, cuando en sus inicios era independiente de la Fundación Gaitán, por decisión de Guillermo Plazas Alcid para darle a éste una dimensión general, pero sin que ni el conservatismo como colectividad ni el Dr. Azuero personalmente hubieran hecho un solo aporte a su construcción. Posteriormente, el Club Cívico se integró a los bienes de la Fundación Gaitán, como debió haberse hecho desde el comienzo si razones de orden legal para la donación por el Estado de los terrenos que ocupaba no lo hubieran impedido. (Estos ardides legales del Dr. Plazas en su afán de dotar de bienes propios al liberalismo oficialista, fueron condenadas en su tiempo por el MRL y la Dignidad Liberal, y sus jefes Jaime Ucrós y Rodrigo Lara, quienes siempre su opusieron a la financiación de esta obras con dineros oficiales, y no formaron parte de ellas a pesar del carácter popular que Plazas les dio siempre).


Esas obras, pues, fueron levantadas, financiadas y construidas por el pueblo liberal oficialista de entonces, con auxilios parlamentarios obtenidos por los congresistas liberales oficialistas para los bienes de su partido, y deben formar parte de los bienes terrenales del liberalismo. Su administración debe estar en manos de quienes representan legalmente y tienen la personería jurídica del Liberalismo y de nadie más. En este sentido, el Dr. Plazas Alcid tiene toda la razón. Lo escribe quien, como militante del MRL y la Dignidad Liberal estuvo siempre en la oposición a estas obras del Dr. Plazas Alcid, pero sabe y reconoce que ellas fueron construidas por el pueblo liberal dirigido por él y con auxilios obtenidos por él y sus copartidarios.

No hay comentarios: