viernes, 23 de octubre de 2009

OTRA OPINIÓN DEL II CONGRESO DE MUJERES DE BARCELONA

Por: Diva Criado Pacheco.
Pocas veces tenemos ocasión de participar en encuentros donde se debaten temas tan interesantes y disimiles entre sí, de un lado la problemática que ha envuelto a lo largo de la historia el papel de la mujer en la sociedad y por el otro, la importancia seductora en la búsqueda de objetivos que propendan por el bienestar general.
En momentos en los que se habla de individualismo y de falta de interés por lo común, las mujeres de Barcelona han demostrado que se implican en la transformación por una mejor convivencia ciudadana. Es por eso que el tema central del Congreso han sido Las mujeres como agentes transformadoras, que orienten la construcción de políticas municipales de la ciudad del futuro.
El Congreso de mujeres que se llevó a cabo en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona CCIB-Fórum, el pasado fin de semana, con una elevada participación de más de 1700 asistentes, cerró sus sesiones creando un nuevo concepto de ciudadanía, durante los debates se pensaron, discutieron y propusieron ideas sobre la ciudad, la diversidad de culturas, la igualdad, el espacio público, y en general la vida cotidiana. El trabajo basado en cuatro ejes temáticos, busca que las mujeres, se incorporen a la ciudad con plenos derechos, potenciar su asociacionismo, fortalecer el consejo y determinar líneas estratégicas de futuras políticas.
Esta nueva reflexión, llevó a platearse como un modelo de ciudad más acorde con las necesidades de la ciudadanía. En su papel de agentes de transformación el documento de este nuevo concepto, servirá para elaborar líneas estratégicas del futuro Plan de las mujeres 2011-2014.
Dentro de este mismo marco, se celebró la reunión anual del Consejo de Municipios y Regiones de Europa (CEMR) se debatieron nuevos retos políticos para conseguir la equidad entre géneros, el documento firmado por el Alcalde Jordi Hereu y por representantes de instituciones municipales, autonómicas, europeas e internacionales forma ahora parte, en lo local, de la adhesión de Barcelona a la Carta Europea por la igualdad entre mujeres y hombres.
Al inicio de este escrito resaltaba que en pocas ocasiones, nos encontramos ante la posibilidad de ser testigos presenciales de charlas como las que se dieron en el Congreso, la intervención de Amelia Valcárcel, Catedrática de Filosofía Moral y Política y actualmente Consejera de Estado y vicepresidenta del Real Patronato del Museo del Prado, fue una verdadero deleite para el conocimiento, la ponente resalto entre otras cosas, que las mujeres como sujetos de transformación social son, según dijo: “Un cambio que inquieta, porque no sabemos a dónde nos llevará”, anotó también : “que el movimiento feminista fue desde el S. XIX, la mayor novedad antropológica que ha tenido la sociedad, y que lo que a las mujeres le han dejado en herencia, tienen que reconquistarlo”.
Otra intervención esperada, la de Victoria Sau, sin duda una de las grandes teóricas del feminismo Español, quien hizo entrega de la “declaración Universal de Reconocimiento, Perdón y Abolición del Patriarcado” a la Directora del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) Región Andina Gladys Acosta, encargada de elevar la petición a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Después de las intensas jornadas en las que se discutieron temas como el aborto, la violencia machista, la paridad en puestos ejecutivos y políticos, la pobreza femenina, entre otros, la Ministra de Igualdad Bibiana Aído, clausuró el evento defendiendo la posición del gobierno en temas como la legalización del aborto.
Observé en este Congreso la participación comprometida de todas las mujeres, independientemente de su condición social, académica, cultural, ideológica o política.
Como colofón, confieso que me enfrasco en un mundo de comparaciones, que aunque resultan odiosas, no lo puedo evitar. Me detengo a pensar, en los Congresos de Mujeres que se hacen no solo en Colombia, sino en general en Latinoamérica. Con muy baja participación, y sin ningún estimulo para la intervención, en la que pocas se involucran.
Lamentablemente en esos congresos, solo tienen cabida las integrantes del los partidos que los convocan, o las amigas del gobierno de turno en el que solamente participan ellas, o las organizaciones que son de su simpatía; sin contar con que, los objetivos de la convocatoria, solo se hacen, para medir la fuerza política del convocante y/o para aprobar una que otra ley, decreto o norma que favorezca al grupo. Y ni que decir de las conferenciantes, sin la adecuada preparación y el suficiente criterio para hacerlo, son las mismas de siempre, a quienes solo las mueve el deseo de figurar.
En este nuevo siglo y después del camino que han tenido que recorrer quienes nos han precedido para alcanzar los logros que hoy tenemos, todavía quedan mujeres que viven en la invisibilidad o que permancen indiferentes ante la situación de sus congéneres. Anhelo el día en que todas entendamos, que somos garantizadoras de una sociedad justa e igualitaria. En el mundo que vivimos, se requieren mujeres que ideen y sueñen, planeen y conciban, actúen y se arriesguen.
Derechos Reservados de Autor, Bcna, 22/10/09

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