HOMENAJE A UN GRAN LIBERAL
El domingo pasado falleció uno de los grandes del liberalismo. No puede la mezquindad de algunos cronistas que, ante la tumba recién abierta, repiten los epítetos de "cacique", ocultar al país la enorme figura de quien por mas de 40 años ,con sus conocimientos, su trabajo incesante y la apasionada entrega a sus causas, llenó buena parte de la historia legislativa reciente de este país. Y no para servir intereses subalternos, sino para llevar la vocería orgullosa de la Colombia olvidada, campesina e iletrada.
Víctor Renán, como lo conocía todo el mundo, hizo de su sencillez la base de su arrogante paso por los mas exigentes escenarios del país. Sobrado de méritos, abrumado por los reconocimientos de amigos y adversarios y por la gratitud y el orgullo de quienes depositaron por tan largo tiempo la confianza en su vocería, el Senador Barco señaló en el Congreso de la República unas cotas de responsabilidad, cumplimiento, laboriosidad y conocimientos que serán muy difíciles de igualar. Aguerrido combatiente del liberalismo, en las grandes victorias a las que contribuyó decisivamente, y en las amargas derrotas, fue un hombre de partido, conductor inteligente y compañero inolvidable.
Su vida es un ejemplo para las nuevas generaciones de colombianos. Desde su humilde hogar en Aguadas en donde nació hace casi 81 años, a base de estudio y consagración ascendió todos los escalones hasta llegar a los más elevados, a puro mérito, sin que nadie le regalara nada y sin desconocerle nada aún a sus más enconados adversarios.
Por eso ante su tumba, cabría una reflexión para quienes manejan los medios informativos en este país. No debería ser mezquino el reconocimiento a quien sirvió bien e incasablemente a este país. Todos los Presidentes de Colombia, desde Misael Pastrana hasta hoy, tuvieron palabras de gratitud para con el trabajo del Senador caldense, quien siempre supo conciliar los superiores intereses del país, con la digna representación del partido liberal y con la irrenunciable y orgullosa vocería de las regiones y las gentes olvidadas. En su recuerdo deberían hacerse crónicas y noticias de mucho mejor contenido que las ofrecidas por los grandes diarios nacionales que detrás de la palabra "cacique", o el reciclaje de versiones que jamás fueron comprobadas, prefieren desteñir el recuerdo de un grande del Parlamento de Colombia, a reconocer sus virtudes. A veces parece que la deseable unidad de los colombianos la hace mas difícil su prensa escrita
viernes, 23 de enero de 2009
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